Castellanos de Castro es una pequeña localidad burgalesa situada en la comarca de Odra-Pisuerga.
No se conocen restos significativos de la prehistoria o protohistoria en lo que es el actual término municipal. Lo que sí se puede presumir con razonable certeza, es que su territorio estaba habitado en los tiempos prerromanos por los turmogos en su sector más occidental, y ya muy cercano a la zona de los vacceos.
Tras la conquista romana su territorio quedaría englobado en la provincia de Hispania Citerior. Ya cerca del cambio de era formaría parte de la provincia Cartaginense, donde permanecería durante todo el Imperio Romano.
Tras las invasiones de vándalos, suevos y alanos suceden unos tiempos convulsos donde Roma poco a poco pierde el control del territorio. Tras sucesivas guerras son los visigodos quienes se hacen con el control. Los visigodos mantiene la estructura territorial romana, por lo tanto el territorio de Castellanos sigue dentro de la provincia Cartaginense. Hacia el 700 tenemos una provincia denominada Celtiberia de contornos difíciles de precisar, pero con seguridad podemos decir que el territorio de Castellanos de Castro quedaría dentro de ella.
Tras la invasión musulmana y el colapso del reino visigodo siguen unos tiempos con muy poca información de la zona.
Con el inicio de la Reconquista comenzamos a tener datos sobre algunas de las localidades de la zona. Así en el año 860 se tiene documentada una población que es saqueada por los árabes y que parece coincidir con Burgos. En el año 884 Diego Porcelos, por encargo de Alfonso III, levanta una fortificación que será el germen del Burgos medieval. Entre esta fecha y el siglo siguiente se repueblan distintas localidades y aldeas. En 974 el conde de Castilla García Fernández otorga un fuero a Castrojeriz, considerado el primero de Castilla. Por estas fechas por lo tanto Castellanos de Castro ya debía existir, aunque no aparezca en las fuentes.
El 22 de febrero de 1085 Alfonso VI dota al Hospital del Emperador de Burgos con una serie de bienes, entre los cuales hay iglesias, hornos, huertas y la villa de Arcos. En varios de estos diplomas dotacionales aparece Castellanos, todavía no tiene el apelativo “de Castro”, junto con Rabé de las Calzadas, Villasidro y la mitad de Villarmentero. Ahora bien, parece que la aparición de estas cuatro últimas localidades corresponde a una falsificación realizada en el siglo XII. La información que si podemos obtener de estos diplomas es que Castellanos era una localidad de realengo, pues de otra forma, no podría aparecer en un diploma de donación real.
En pleno Camino de Santiago, ya casi al acabar su recorrido por la provincia, pasados ya los páramos, en la carretera que desciende de estos a CastroJeriz y en terreno desigual, encontramos a CASTELLANOS DE CASTRO, que anteriormente ostentaba el sobrenombre de CASTELLANOS DEL INFANTE, a 11 kilómetros de Castrojeriz y 35 de Burgos.
La reparación del camino, se ha ajustado de manera milimétrica al trazado histórico, de tal modo que, en muchos puntos, podremos ver trozos prácticamente intactos de la antigua calzada romana.
En este trazado, el peregrino se interna en la sobria Castilla descubriendo pueblos y paisajes casi medievales que otorgan al Camino esa leyenda que ha fraguado desde su origen. Uno de los tramos más íntimos del camino, Etapa para pensar en la trascendencia espiritual de la ruta jacobea y, a la par, disfrutar de los paisajes castellanos, la hospitalidad de sus gentes y sus pueblos sencillos y humildes.
Los que caminen a finales de invierno o primavera, transitarán entre campos verdes de cereales; los que elijan el verano o los inicios del otoño, caminarán entre campos quemados y agostados que nos muestran lo que, en realidad, son: uno de los graneros más importantes de España.
Le prestan límites y compañía Iglesias, Yudego, Villandiego, Castrillo de Murcia y Hontanas.
Estaba bajo la protección del rey, al que pagaba tributos , esto es, era lugar de realengo , según testimonio del Marqués de la Ensenada en su Catastro y aparece su nombre escrito ya el 22 de febrero de 1085, en la documentación del obispado de Burgos : et Castellanos in alhoce de Castro .
El diccionario geográfico de Pascual Madoz le atribuye 124 habitantes en el año 1848. Después del crecimiento normal en todos los pueblos, en la segunda mitad del siglo XIX, presenta en 1900 un censo de 159 personas. Había comenzado ya a descender en 1950, fecha en la que contaba ya solo con 144 habitantes, para terminar el siglo, después del difícil periodo de emigración, con 60 pobladores.
Hay dos yacimientos arqueológicos posiblemente romanos y otro posiblemente medieval.
Información obtenida del libro : "AMO A MI PUEBLO"
Autor: Emiliano Nebreda Perdiguero